domingo, 18 de julio de 2010

Sueños~
















Cerré los ojos y solo pude escuchar el azote de las olas…

El silencio se corrompía por ese único sonido.

No tengo idea de cuánto tiempo pasó…

Sin embargo, al final me quedé dormida...

Y tuve un sueño.

Sonreíste de nuevo… para mí.

Te sonreí a ti, con dulzura.

Me encantan esos momentos a tu lado…

Como amigos.

Entonces, llegó él…

Hace poco lo conozco, hace poco me agrada…

De alguna forma. Recordé mi llanto…

Me di cuenta de que mis risas no eran sinceras…

Que te ocultaba mi dolor…

Que solo quería estar así unos instantes más…

…A costa de mi felicidad.

Levanté mi rostro y esa sonrisa, correspondiendo a tus mentiras…

Dejé que se difuminara con lentitud…

Mi expresión… se tornó seria…

Reaccionaste ante ello, con cierta confusión…

Pero no borraste tu sonrisa.

Permití, en mi inconsciencia, que una lágrima se escapara…

Adivina… ¡Ni siquiera la percibiste!

Pero si fue tan evidente…

Si inclusive grité de dolor…

Te di las pistas y no las tomaste…

Lo volví a ver a él, a mí nuevo conocido.

Me dirigió un rostro inexpresivo y…sonrió.

Extendió su mano y… el dolor desapareció.

La tomé, me acerqué al final y quedamos en silencio…

Un silencio que perduró unos segundos apenas.

Me besó la comisura de los labios…

Sonrió… Y con un gesto…

Se despidió hasta la próxima vez.

Escuché el teléfono y acudí, satisfecha.

Yo: “¿Diga?”

Tú: “¿A dónde hablo?”

Yo: “¿Con quién gusta hablar?”

Tú: “¿Quién eres?”

Yo: ”Soy yo”

Tú: “Y yo soy yo”

Me quedé trabada un momento…

Pero estaba ocupada y te lo hice saber…

Llamarías luego…

Una llamada tuya después de 8784 horas…

No fue común, lo comprendí.

Te escribí diciendo “¿Qué deseas decirme?”

Me informaste que estabas acompañado…

No podías hablar frente a ese amigo tuyo.

Comprendí, quizá era más serio de lo que creí.

Más tarde… llamé y atendiste.

Que confusión…

¿Tenías que ser tan rudo y cruel?

Pues si así era, yo habría de corresponder.

Dejaste de hablar y colgué.--

Cerré los ojos y solo pude escuchar el azote de las olas…

El silencio se corrompía por ese único sonido.

No tengo idea de cuánto tiempo pasó…

Sin embargo, al final me quedé levanté.

Estaba dónde había cerrado los ojos…de nuevo.

Comprendí que, quizá…

Él quién me extendió su mano podría ayudar…

Sin embargo… debo informarle mi necesidad.

Quería que el sueño continuase y revelara su verdad…

Pero todos debemos despertar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario