Calla~

Que golpe…

¿Cómo es que puedes ser tan cruel, sin remordimiento?

Pero ese coraje, llega solo cuando no miras mis ojos.

Ven y dímelo, mírame a los ojos y dilo.

Ante la confusión, intento desahogarme con mis amistades…

Con las letras de canciones, pero no apoya.

¿Por qué?

Dímelo… ¿Por qué eres un cobarde?

Te ocultas, me temes…

Que osadía el llamarte “hombre”.

Que osadía, el mirarme a los ojos y prometer algo…

Para que, a través de notas, asesines parte de mi corazón.

¡Parte! ¡Una vil parte de tantas!

¿Ves estos pedazos en mis manos?

Son por tu causa…

Tienes un sorprendente poder de destrucción, pero…

¿Por qué efectuarlo en mí…? En mi corazón...

Bien, lo lograste, pero…

¿Por qué no tienes las agallas de venir a hacerlo a mi cara?

¡Dilo! ¡Dímelo y para ya con esta existencia innecesaria!

Eres tú, el único que puede hacer secar estas lágrimas…

Estas gotas de agua salada que corren por mis mejillas…

¡Eres tú!

Quien con tan solo dar la cara y levantarme…

O empujarme…

Con tan solo eso… podrás reanimar o asesinar a mi corazón.

Pero date prisa…

Se rápido, guarda silencio y hazlo.

Arréglame con un beso…

O asesíname al girar el rostro.

¿Qué acaso no es sencillo?

¡Solo hazlo frente a mí!

Mírame, con esos orbes castaños y…

Decide rápido…no me hagas morir lento.

¿Qué es esto que me duele?

No es coraje…no furia…y tampoco rencor…

¿Acaso yo…?

¡Sal de aquí!

¡Tramposo, embustero…asesino!

No eres merecedor de lo que tienes guardado…

Lo que es más…

¡Suéltalo ya, por favor!

Retira el seguro y…déjalo ir…

Porque me duele el hueco en mi pecho sin él.

Y yo que creí tenerlo en mis manos…

Solamente era yo, desangrándome por dentro.

Te pido una cosa…

Suéltalo y déjame en paz…

Solo eso…no me hagas sufrir más.

Pero calla…no hables y da vuelta atrás.